Volver a lugares que te enamoran es un privilegio. Desde la primera boda en Jardins el Roquer sentí que esa luz y esos rincones eran especiales.

Primero, los preparativos. Ambos lo hicieron en la propia casa, donde continúa su belleza de una finca regia, romántica y no guarda secretos para disfrutar.

Esto hace que el día fluya todavía más, haciendo que el reportaje siga una misma línea de la historia y si algo puedo recomendar a mis parejas es justamente eso, aprovechar todos los rincones de las masías, ellas lo tienen todo.

El vestido de Laura de PRONOVIA, sutil, suave, ligero, en mi cabeza desde el primer momento lo veía volar ligeramente con la brisa de verano, Laura me entendió al primer segundo, solo bastaron miradas de complicidad.

Todo lo demás fue una combinación perfecta de felicidad, ilusión y la mayor de las fiestas que desde hace tiempo teníamos ganas de disfrutar.

Todo es simple, solo tienes que dejarte llevar.

Gracias Laura & Isaac, por tanta belleza de día.