“Cari… me enamoré perdidamente de tu forma de correr…”
¿Puede haber forma más única y auténtica de comenzar los votos?
Con estas palabras, Ramón comenzó a contarnos aquel instante que marcó el inicio de su historia juntos. Escucharlo me llevó inevitablemente diez años atrás, cuando coincidimos en el gimnasio donde los conocí y sí, admito que ahí se notó su flechazo. Tener la suerte de conocerlos tanto y ser su fotógrafa fue para mi un gran placer.
La boda tuvo lugar en el precioso Club de Golf Terramar en Sitges, un enclave único frente al mar que acompañó cada momento con una luz y un paisaje inmejorables.
Los detalles florales, diseñados con tanta sensibilidad por Elizabeth S. Barbaro, aportaron ese toque delicado y romántico que hizo aún más especial la celebración.
Aquí os comparto una selección de imágenes que cuentan, mejor que las palabras, la magia de esta jornada tan inolvidable.
